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Capítulos VII - VIII Final
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EL PODER NINJA ETERNO - Vida Ninja, Sangre Ninja -
 
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CAPÍTULO 7: Una suave brisa, el sol que se prepara


Mucho tiempo han pasado de aquello. Hoy, Victor ya es mayor. Tiene 10 años de vida y sin dudas es un ser mucho más fuerte, inteligente y poderoso que yo. A su edad, a mi también me llamaban prodigio, pero jamás logré obtener el nivel que él tiene actualmente. Cualquiera diría que es un niño aún, que alguien asi debería estar en una academia, aprendiendo a jugar y a divertirse con sus amigos, pero ésa vida no fue escrita para Victor. Los Uzumaki de mi linaje, pasando desde mi papa, luego, cayendo el poder en mi, y en un futuro sobre mi hijo, hemos mantenido un codigo, un pacto eterno, por el cual, al ser los hijos únicos y primogénitos, se nos denomina Victor a partir del primer día de nacidos. Mi hijo, sangre de mi sangre, deriva de un clan con mucha historia. Mi gente se enlista y las cosas del pasado, han sido recordadas.
En efecto, en aquellos tiempos, en mi visita a Kusagakure, le dije al monje sobre mi incursión a la nación de la Lluvia. Francamente es interesante ver cómo se desarrollaron las cosas en éstos años. Al Norte del Pais de la Lluvia, sobrepasando el Mar de la Sangre, y eludiendo a la distancia al Bosque de la Muerte, Hokage, Mizukage, Raikage y Kazekage, nos hemos aliados en una formación aún más comprimida y potente. A pos de mejorar el futuro, y alivianar las cargas para la nueva generación, hemos por primera vez, creado un lugar neutro y solemne. Llamado "La Sala de Reuniones Kage". Un sitio donde los 4 líderes nos juntamos para debatir y analizar cada paso. Es una base estratégica. Nuestra sede analítica sobre el rival. Nadie, ningún ninja de ningún clan sabe la existencia de dicho lugar.
Al situarlo en los Montes elevados en el Pais de la Lluvia, forma una punta estratégica, la cual nos provee de logística e informaciones sobre cualquier enemigo próximo o lejano.
El Kusanokage tenía razón en sus palabras. Inutil es enviar a un millon de ninjas, cuando en realidad, los cuatro mejores pueden hacer el trabajo. Silenciosos, y ocultos llegamos a ése territorio. Su ubicación es secreta y sólo se enmarca en las mentes de las cuatro sombras. Así fuimos y asi reinamos, silenciosos y ocultos, a la espera de un enemigo que se dice ningún mortal puede derrotar. Hoja, Arena, Niebla y Nube hoy son una, los pactos y tratados de honor, de comercio de paz y de ayuda mutua están más fuertes que nunca. El cielo brilla y el sol nos regala su luz. Pero no todo es perfecto, porque una oscuridad se está gestando al Oeste. El viento trae gritos y gemidos de un futuro dolor manchado por la Legión de la Oscuridad. No sabemos con exactitud cúando será. Pero el ataque es inminente, y siempre, todos los aldeanos de Konohagakure, dormimos con un kunai abajo de nuestras almohadas. Un velo de muerte se encuentra próxima, no sabemos la diferencia entre tiempo y dolor, puesto que el mundo actual está en una completa y maravillosa paz. Una paz que espero dure por muchos años más.
En primer medida, la Sala de Reuniones Kage es el primer gran muro contenedor de lo que podría ser el fin del mundo. Unir a las cuatro aldeas para la defensa totalitaria, me resultó lo más sabio y correcto que hemos hecho en muchos años los Kages. Ahora, sólo resta esperar, y sobretodo disfrutar de éste tiempo de tregua que tenemos. Sonreir y entrenar a la nueva Generación. Ésta paz es frágil, pero reconfortable. Ver el rostro alegre de los niños de Konoha mientras juegan, es el mejor regalo que podría pedir.
Todo marcha según lo planeado, los Hyuga instruyen en la academia, y son los encargados del Aula Alpha. Los Nara, en cambio, mantienen sabias e inteligentes relaciones con los lejanos ANBU, y en conjunto a los detectores de los Uzumakis, estamos en completa armonía y tranquilidad. Las demás aldeas han reforzado sus limites territoriales, han creado armas y nuevas técnicas que son realmente sorprendentes. En uno de mis viajes a Kirigakure, he visto como los shinobis levantan muros de Hielo puro, capaces de detener mis técnicas de Fuuton, sus ninjas apresan a sus rivales en prisiones de agua capaces de aniquilarlos lentamente. En Sunagakure, los marionetistas han mejorado su poderío, y el potente clan Fuijin ahora rige al lado de los ancestrales Sabaku. El clima en su nación sigue siendo árido y caluroso, llegando a considerarsele un infierno. Pero realmente ésa aldea prospera a paso seguro. Kumogakure ha recuperado el cien porciento de todas sus fuerzas militares, los Uchiha han incrementado su potencialidad de tipo Katon, y el Raiton de los Hatake es realmente de temer. Su Nación, ubicada entre los valles Sakon-Udon, está poblandose a un ritmo imparable, y su fuerza está en una brillante paralelidad con su economía, pues ahora rivaliza con Konoha en ése sentido. Poco sé de los Yamanaka, un clan espía élite, pero es más que seguro que han de estar ocultos a la espera de un nuevo ataque. Lo bueno es saber que ahora están de nuestro lado, y que sus habilidades serán utilizadas para la luz.
Salgo de mi residencia a caminar por el verde prado de Konohagakure. El celeste cielo, me demuestra un camino iluminado por los rayos del sol, y un viento poco conocido, me acaricia el rostro, mientras camino y fumo mi pipa.
Hoy es un día en extrema importancia, mi hijo, sangre de mi sangre, será enviado al exilio. Por petición propia, debido a que considera que su poder se incrementará luchando contra todos los rivales del planeta. En su viaje le esperan muchas arduas batallas, y sobretodo, una dificil trayectoria que emprender. Peligrosos seres y ancestrales bestias se encuentran situadas más alla de las naciones ninja que guardan a los humanos civiles. Trolls, Orcos, Dragones, Gigantes y Cúclopes se esconden en los estrechos de cada rincón de la tierra. Yo no quiero que se valla, pero recuerdo la Premonición que ha designado el Oráculo: "..Una sombra de oscuridad se dirige desde el Oeste, e inicia sus preparativos de invasión. En unos años, cuando el heredero no esté..."
Entonces es cierto. Victor abandonará Konoha, pues ya no hay nada que yo u otro sensei aqui pueda enseñarle. Si se queda, su nivel no mejorará, y es probable que no alcanze su punto máximo de poder. Hoy sin lugar a dudas, él me supera, y podría ser nominado Hokage ya mismo, pero aún es inmaduro y no posee los conocimientos necesarios para reinar. Tiene que transitar un largo y cruel camino aún, pero confío ciegamente en que lo transitará sin ningún problema. Hay una amplia diferencia entre conocer el camino y recorrerlo. Yo conozco el posible camino que mi hijo debiera tomar, pero el que lo debe transitar es él. Él, que puede hacer cosas que yo no pude en mi vida, él, que supera a los Hyuga y a los Nara, y él, que ha mantenido el legado de la Voluntad del Fuego, es el que debe recorrer su destino. Su auto destierro fue voluntario. Sabe que afuera de éstos árboles sagrados, hay un mundo de sangre, muerte, peligro, dolor y lágrimas. Pero aún asi, ha aceptado su destino, a pos de hacerse fuerte para hacer en un futuro el mejor Hokage. Hijo mío, sangre de mi sangre... hoy te veré partir a un destino incierto. Seguro estoy que si tu madre estuviera con vida, no permitiría éste viaje tuyo, pero desde el cielo, ella entenderá que nuestra descición es la mejor y la más correcta. Debes recorrer tu Camino del Ninja a tu manera, y si haz elegido ésta manera, yo no soy nadie para oponerme.
Llego a la residencia de la Sombra del Fuego. Me miras, y yo a ti. Estas listo, tu traje ninja, tu chaleco Jounnin, y todas tus armas preparadas, tu mochila y todo el equipamento necesario para sobrevivir años. Conceptos de supervivencia desolada no te hacían falta, y habias aprendido a pasar dias enteros sin comer ni beber. Haz estudiado y desarrollado amplias habilidades, realmente cabe sentir que tu misión empieza a recorrerse a partir de hoy.
Verte asi, con todo listo, y esas ansias en tu rostro, como si fueras a un dia de campamento, pero en realidad, podrías ir a tu propia muerte, me hacen sentir que soy un mal padre, y por poco casi desprendo una lágrima por mis ojos. Pero automáticamente te veo, y entro en conciencia de quien sos en realidad, recuerdo tu poder, y en verdad dejo la spreocupaciones de lado, porque sé muy dentro de mi corazón, que nada podrá detenerte, y nada podrá dañarte, mientras mantengas ése espíritu y esa fuerza, es sabido que nadie allá afuera podrá derrotarte. Verte así me recuerdan a tu primer día en la academia. Sonreías en aquel entonces tal cual como estás sonriendo ahora.
"Creo que es hora, hijo mío. Vas en busca de tu Camino del Ninja" Le dije en un tono bajo. Él me responde "Seré un Hokage algún día, pero para eso debo entrenar mi alma, mi cuerpo y mi mente. Hacerme fuerte, para así ser un mejor ninja para mi aldea. Quiero tener poder para defender a los débiles, quiero entrenar para ser útil a mi aldea, a mi causa y a mi misión en la vida. Quiero mantener viva la llama de la Voluntad de Fuego, y tal como vos lo haces papa, quiero preparar en un futuro a la nueva generación".
"Si hijo mío. Sangre de mi sangre. Si a tu regreso no me encuentras, ya sea por mi muerte, o por cualquier otra causa, quiero que sepas que día a día, en todo lo que hago te llevo en mi corazón, en mi mente y en mi alma." Le dije acercándome a él, y acariciando su cabello.
"Volveré padre, y volveré distinto. Seré un gran ninja, recto, justo y honorable como vos. Prometo hacer a Konohagakure la más grande y poderosa, y defenderla de lo que sea, como vos y como mi abuelito lo hicieron en el pasado. Hoy me verás partir padre. Dime, ¿me esperarás a mi regreso?"
"Siempre, Victor, vivo o muerto. Voy a estar esperando ansioso a tu llegada, si me mantengo vivo, prometo recibirte con un abrazo y un apretón de manos de padre a hijo. Si a tu regreso estoy muerto, prometo esperarte de por vida en el cielo. Orando por ti, y guiando tu camino dia y noche. Hijo... puedes irte".
Y asi le vi marchar fuera de las compuertas de Konoha. Mi corazón me decía que ésa era la última vez que vería a mi hijo. Pero por una extraña razón, no quise creerle. Victor no sabe nada de las premoniciones del Oráculo, y es mejor que parta así hacia su exilio, con la mente en blanco y sin preocuparse por mi.


CAPÍTULO 7: El inicio del fin


Ocho años han pasado. Ocho largos años, hijo mio, sangre de mi sangre. Cada manaña, cada amanecer, el sol brilla incesante, con una ligera brisa, que me sigue trayendo el mismo sentimiento de hace unos cuantos años. El sentimiento de que algo está oculto y que está cada vez más pronto a nacer. Dias eternos y noches sin fin son tus ciudades. Recorres cada camino cual si fueras un mercenario. Haz de vivir de aldea en aldea, visitando todo a tu paso, aprendiendo y fusionando todas tus experiencias para lograr tu menta, e iniciar asi tu Camino del Ninja. Cada suspiro, logran impregnarme en tus recuerdos. Veo como los niños de Konoha juegan, entrenan y se divierten. La nueva generación está llena de vida y luz. Al observar sus destellos de felicidad, y sus gritos de diversión, me hacen pensar a mi mismo que he hecho bien mi trabajo. Nunca, en todos los años de la historia universal, las aldeas han estado en tanta paz y armonía. Shinobis, Kunoichis y civiles por igual, conviven diariamente con el concepto de tranquilidad. Por primera vez en muchas décadas, Kirigakure firma un pacto final, fuerte y seguro con Sunagakure. Sus ninjas se regocijan en armonía y lealtad y prosperan a una medida tal que hasta los grandes feudos y señores reales, sonrien con una mirada de algo que nunca sintieron pero que ahora inician a sentir. Esa mirada es una mirada de amor y amistad pura. Nosotros y Kumogakure estamos en relaciones de hermandad directa. Los comercios se han abierto completamente, y nuestras academias entrenan juntas. Ninjas propios y naturales de cada aldea, ayudan a la aldea ajena, y la defienden de enemigos por un bien común. Siempre hay guerrillas, estafas, escaramuzas y luchas, originadas por los mismos estúpidos e ingenuos de siempre que aprovechan éste supuesto momento de "Paz" y lo confunden con un momento de "Debilidad" siendo en realidad todo lo contrario. Éstos cambios han hecho a las cuatro naciones ninjas, aldeas más fuertes, económica, militar y civilmente. Ahora, se nos considera las Grandes Cuatro. Raikage, Mizukage, Kazekage y Hokage, somos los líderes mundiales, y velamos en nuestros sueños, por el bien general, y por nuestras aldeas. No he entrado en batalla hace tanto, que ya casi olvido el olor y el sabor de la sangre. Día a día me pregunto sobre el qué dirían aquellos ninjas leyendas como Naruto Namikaze, Sasuke Uchiha, o Sabaku no Gaara, sobre el actual mundo. En sus épocas, una confianza, una lelatad era fácilmente quebrantable. No se podía confiar en nadie, y la gente no era feliz. Asi como los fallecidos Legendarios han dicho, "Con cada época hay un cambio", es notorio entonces, el cambio de la actualidad, en referencia al pasado. Vientos de poder y gloria soplan, y alzan aún mas a éstas gloriosas tierras, donde cada ninja cuida lo suyo, pero también respeta lo ajeno.
Nada sería más hermoso, que vivir ésta paz a tu lado, hijo mio, sangre de mi sangre. Cómo me gustaría que me guardes en cada una de tus noches, aqui en tu hogar. Daría todas mis riquezas, mi reinado y mi poder, para poder verte una vez más. ¿Cómo estarás? Tendrás ya 18 años. Eres un hombre. Tu poderío ha de ser inalcanzable. ¿Serás alto, fornido? ¿Como estarás viviendo y andando? ¿Vivirás soltero, de aqui para allá, o haz ascentado cabeza y estarás en pareja con la mujer de tu vida? ¿Cuánto más demoraras en venir a Konoha? Pero por sobretodo, ¿me recordarás aún?.
Éstas preguntas retumban en mi cabeza y en mi mente, como martillos que golpean al caliente acero fundido. Hazte fuerte, vive honorablemente, y transita tu camino ninja. Me gustaria que estes aquí, asi escucharíamos juntos el reír de los niños, y les miraríamos mientras juegan. Hablaríamos de la vida, del amor, y de los conceptos que por designios de la vida y el destino, no te pude enseñar.
Hijo mio, sangre de mi sangre. ¿Estarás vivo aún? Tanto tiempo ha pasado, que me resulta una eternidad, y aveces pienso que no volverías, no porque yo muera y no te logre ver, sino porque ya estarías muerto desde antes. Éste pensamiento recorre mi cerebro, mientras que una brisa sigue acariciando mi corazón. Él sabe la verdadera razón, y conoce el futuro. No existe Oráculo que me diga si aún estás respirando, pero mi corazón, mañana a mañana, mientras me levanto y medito, siento a fuego vivo, la razón de mi existir, y mi cuerpo, y mi alma, en companía de mi corazón, me afirman que aún estas con vida, y que cada vez, cada paso, cada segundo, estás mas cerca de tu destino. Y que cada suceso de los que te han de recorrer, te hacen maduro conciente y poderoso.
Esperando sentado mi muerte, y viendo a una vía inalterable, predicha por grandes dioses, sé que conmigo no morirá la Voluntad de Fuego. En tí reside un poder, pero por sobretodo un legado, inundado de la Luz que nuestros ancestros han tratado con tanta fuerza de mantener al paso del tiempo. Los hijos de tus hijos, y los hijos de sus hijos verán un suceso inalterable, y como motivo, verán que La Voluntad de Fuego no se extenguirá nunca. Éste conocimiento me deja dormir tranquilo, y por las noches, reposar mi ya viejo y roto cuerpo.
Algunos de mis mejores hombres, empiezan a dudar de ese supuesto "mal" que se aproxima. Algunos bajan las defensas y sobretodo subestiman lo que podría llegar en cualquier momento. Yo sigo entrenandome, preparandome. He perdido reflejos, pero no poder. Patrullas, murallas, torrentes, empalizadas, muros, soldados, guardias, centinelas, Jounnins y ANBU separan mi vida de la muerte. Además, en última estancia, no los necesito. Moriré, pero quiero asegurarme que ése demonio será capaz de burlar todas esas defensas, y si será capaz de burlarme a mí. Quiero ver en sus ojos, si es un digno portador del mal, y si es un real enemigo para la Nueva Generación de la Legión de la Luz. Con cada luz, hay una sombra. Es normal que ésta paz sea temporal. Sin un buen rival, un buen guerrero perdería su razón de vivir. Sin un problema, jamás existiría una solución. Mis ojos están concientes de eso.
Muero por darte un beso en la frente, hijo mio, sangre de mi sangre. Si tan sólo pudiera tocarte una última vez. Si yo muriera, estaría en el cielo, esperando junto a tu madre tu llegada. Si hay algun dios, espero te protega en tu vida. Tu tendrás tus guerras que luchar, tus alumnos a los cuales enseñar, tu mujer a la cual amar, tus batallas que perder, y tus victorias que celebrar, pero algo que siempre tendrás, y que quedará en tu presente, en el pasado y en el futuro, es el amor que tu madre y yo te hemos dado. Perdón por haberte dado una mochila tan pesada, hijo mío, sangre de mi sangre. Heredaste de mi, la obligación de defender a los demás, de proteger a los más debilés y de sobretodo, iluminar a tu aldea. Pero ése es el destino que se te encomendo, y siéndote sincero, no confiaría a nadie más ése destino, que no sea a tí.
La noche se acerca, y mis ojos empiezan a cerrarse, hijo mio, sangre de mi sangre... Konohagakure... no, el planeta entero te necesita y recae en tus hombros. En los tuyos y en ellos que sobreviven en cada rincón de las aldeas. En los nuevos shinobis y kunoichis de los otros clanes. En los próximos Kages, que junto a tí, conformarán la Generación de la Legión de la Luz. Mañana será un gran día. El sol volverá a ascender. En donde sea que estes, hijo mío, sangre de mi sangre, te deseo unas buenas noches, duerme y descanza tranquilo y sereno, y recuerda lo que siempre te he enseñado
"Mente Fría y Corazón Caliente".





Fragmentos del diario personal del Hokage de Konohagakure Victor II

A la mañana siguiente de sus últimas oraciones, en su retorno, su hijo Victor III
encuentra el cadáver de su padre, muerto y asesinado por un ente que hasta el
día de hoy permanece sin rostro ni identificación. Se han llamado "Demonios" a
los asesinos del Hokage, completando asi, parte de lo profetizado por el Oráculo.